Los ácidos son compuestos que contienen hidrógeno, reemplazable en todo o en parte por un metal (o por un ion de propiedades análogas, como el ion amonio (NH4+)), produciendo sales. Reaccionan con las bases dando también sales y con los alcoholes dando ésteres. Líquidos o en disolución, son electrolitos que desprenden hidrógeno en el cátodo. Privados de una o varias moléculas de agua, los ácidos que contienen oxígeno (oxiácidos) producen anhídridos. La mayor parte de los óxidos de elementos no metálicos constituyen anhídridos.
Este Subcapítulo comprende, por una parte, todos los óxidos inorgánicos de los elementos no metálicos (anhídridos y otros) y, por otra parte, los ácidos inorgánicos cuyo radical anódico es no metálico.
Por el contrario, los anhídridos de ácidos que están constituidos respectivamente por óxidos e hidróxidos de metales se clasifican, en general, en el Subcapítulo IV (óxidos, hidróxidos y peróxidos de metales), tal es el caso de los anhídridos y ácidos crómico, molíbdico, volfrámico o vanádico, o en algunos casos, en las partidas 28.43 (compuestos de metal precioso), 28.44 o 28.45 (compuestos de elementos radiactivos o de isótopos) o 28.46 (compuestos de metales de las tierras raras, de escandio o de itrio).
Los compuestos oxigenados de hidrógeno están comprendidos en las partidas 22.01 (agua), 28.45 (agua pesada), 28.47 (peróxido de hidrógeno), 28.53 (agua destilada, de conductibilidad o del mismo grado de pureza, incluida el agua tratada con intercambiadores de iones).